Es un método usado habitualmente para alimentar a bebés prematuros. Se puede usar un vaso de plástico o los típicos de cortado de las cafeterías. El bebé ha de estar bien sujeto en nuestros brazos, semiincorporado, con la cabeza sujeta.
Es importante saber que la leche no debe ser derramada en la boca del pequeño con el vasito. Hay que apoyarlo en el labio inferior para que sea el bebé el que vaya a buscar el alimento con la lengua.
Hay que ir muy despacio y dejar que el bebé lama la leche. No hay que verter nunca la leche en la boca del niño pues podría atragantarse o aspirar la leche.
Echar poca cantidad de leche en el vasito, de este modo se controla mejor la cantidad que recibe el niño y evitamos que el líquido se derrame si golpea el vaso con sus manos. Cuando haya acabado la leche, rellenamos el vasito las veces que sea necesario.
Es un método que requiere paciencia y templanza porque se suele derramar leche. Ideal para bebés pequeños a los que hay que dar un poco de calostro o leche extra o para bebés de más de 6 meses que ya tienen un buen control corporal.
A continuación tenéis unos vídeos en los que se ve de forma más clara la técnica:
Echar poca cantidad de leche en el vasito, de este modo se controla mejor la cantidad que recibe el niño y evitamos que el líquido se derrame si golpea el vaso con sus manos. Cuando haya acabado la leche, rellenamos el vasito las veces que sea necesario.
Es un método que requiere paciencia y templanza porque se suele derramar leche. Ideal para bebés pequeños a los que hay que dar un poco de calostro o leche extra o para bebés de más de 6 meses que ya tienen un buen control corporal.
A continuación tenéis unos vídeos en los que se ve de forma más clara la técnica:
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