11/07/2018
Después de un cirugía oral o maxilofacial lo más normal es pasar algún tiempo con una dieta líquida, ya que la apertura de la boca es mínima, aunque con los ejercicios adecuados hay una mejoría gradual notable.
Existen muchos foros donde personas que han pasado por cirugías ortognáticas o de otro tipo comparten sus experiencias y consejos para antes y después de su cirugía, ayudando así a disminuir el sentimiento de ansiedad que puedan tener las personas que están por operarse. Sin embargo, hay que tener cuidado a la hora de tomar consejos de fuentes no profesionales, ya que lo que funciona o puede llegar a ser recomendable en un caso concreto, también puede llegar a ser perjudicial para otros pacientes.
Este es el caso de las botellas con pajita, recomendadas por expacientes en una multitud de blogs, foros y posts de redes sociales. Según los expertos, beber con pajita perjudica el proceso de sanación y recuperación después de una cirugía ortognática; esto se debe a que, al realizar succión, generamos una presión negativa que puede arrastrar los coágulos que se están formando, interrumpiendo su proceso normal de estabilización, y alargando el proceso de cicatrización. Al final resulta una acción contraproducente: para paliar la incomodidad de alimentarnos, estamos haciendo que la recuperación sea más lenta, y por tanto estamos alargando el proceso de incomodidad que queríamos evitar en primer lugar.
En lugar de beber con pajita, lo recomendable es intentar beber con vasos y alimentarse con jeringas de grandes dimensiones (sin aguja) que no requieren de un gesto de succión y por lo tanto no afectan al proceso de curación, pasando lo más pronto posible a la cuchara.
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