La alimentación con cuchara puede resultar útil como práctica transitoria para que los padres aprendan a dar leche a sus hijos en cantidades pequeñas. También para bebés mayorcitos que pronto van a iniciar la introducción de la alimentación complementaria.
Sin embargo, la alimentación con cuchara es un proceso lento, puede que tiren la comida afuera con sus lenguas, tosan, o pasen
un poco de comida hasta su nariz. En general esto es parte de un breve período
de adaptación, y después de varios intentos, pronto lo consiguen .
Si la hendidura todavía está abierta,
puede que el niño se pase sin querer un poco de comida para su nariz. Luego,
puede ser que sea expelida en un estornudo, que la trague con el siguiente
bocado o puede que necesite un sorbo de líquido. Si su nariz todavía sigue
bloqueada, suavemente succione el material de cada lado valiéndose de una
perita de goma y después enjuague con un poco de agua.
Una cifra sorpresivamente baja de niños
con labio leporino y paladar hendido tienen algún problema a largo plazo
comiendo purés o comidas de mesa. Si el niño rechaza consistentemente la idea
de comer con la cuchara o beber de la taza, probablemente no esté listo desde
el punto de vista de su desarrollo para tomar ese paso. Suspéndalo
momentáneamente e inténtelo de nuevo en algunas semanas.
Después de que el paladar sea reparado
por la cirugía, todo problema con las comidas debería disminuir. A veces, una
pequeña cavidad llamada fístula puede perdurar o desarrollarse en la parte
superior de la cavidad bucal, en el sitio donde originalmente estaba la
hendidura. En algunas ocasiones, puede ocurrir que alguna comida o líquido pase
a través de o quede alojada en la fístula. La mayoría de los niños se vuelven
muy hábiles para limpiarla de cualquier líquido o partículas de comida por sus propios
medios. Sin embargo, si las fugas o reflujos a través de la fístula se vuelven
bastante frecuentes o molestos, para salir de dudas discuta la situación con el
doctor de su niño para encontrarle una solución al problema.
Una alternativa mucho más eficaz es uso de recipientes-cuchara. Se trata de un cilindro, donde se introduce la leche extraída, que incluye una válvula y un recipiente de silicona con el borde contorneado para poder ser utilizado aún en las bocas más pequeñas y que actúa a modo de “cuchara”.
Hay diferentes modelos y marcas, principalmente divididos entre los biberones cuchara y las cucharas dispensadoras de los que su uso dependerá, como con los otros sistemas de allimentación, de los gustos y costumbres tanto de las personas que les dan la leche, papilla.... como de los propios niños.
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