El Materno abrirá en dos meses la unidad de pediatría oncológica
La nueva área, financiada por la Fundación Jove, contará con gimnasio de rehabilitación
A CORUÑA / LA VOZ
En la planta tercera del Materno, junto al Hospital de Día, en el plazo de dos meses está previsto que pueda abrir la unidad de hospitalización de oncopediatría. Para ello, los obreros apuran la reforma de una superficie aproximada de 300 metros cuadrados, en una actuación que financia, con una inversión que supera los 200.000 euros, la Fundación María José Jove mediante un convenio de colaboración con la Consellería de Sanidade.
La zona de ingreso de nueva creación, que toma forma ya en el lugar que ocupaba la antigua unidad de lactantes, contará con un control de enfermería central, así como con cinco habitaciones preparadas para el aislamiento de los enfermos, toda vez que algunos de los pequeños permanecen largos períodos hospitalizados y precisan protección específica para que su sistema inmunitario, debilitado por los tratamientos, no se vea afectado por posibles infecciones.
Aislamiento y humanización
Precisamente por ello, la unidad de hospitalización tendrá en su interior un cuarto de estar para las familias, de modo que se facilite su estancia al lado de los niños. Las habitaciones individuales estarán dotadas, en esta línea, con cama para acompañante. «Es importante para los niños y para sus padres», subraya Jerónimo Pardo, jefe de Pediatría del Hospital Teresa Herrera.
Además, la unidad dispondrá de un área específica de rehabilitación integral cardiovascular, una especie de gimnasio en el que se aplicarán terapias para este tipo de pacientes y también para todos los niños que, por otras causas, precisen tratamiento rehabilitador para su recuperación.
«El tratamiento de los niños con cáncer ha de ser integral y eso incluye cuidar los aspectos humanos», subrayan las pediatras oncólogas Ana Alas y Gema Muñoz. Es por ello que se ha elegido crear la zona de hospitalización al lado de la unidad de día a donde tienen que acudir los pequeños con regularidad a recibir los tratamientos de quimioterapia. Y es por ello que a la hora de atender a un paciente oncológico en edad pediátrica se presta especial atención a todos aquellos aspectos que, en buena medida, colaboran a que los largos tratamientos sean más llevaderos para el conjunto de la familia. «Además de contar con un equipo médico multidisciplinar, es clave la actuación de la enfermería, de los psicólogos y del servicio de trabajo social: cuando un niño enferma -explica Gema Muñoz- casi siempre uno de los padres tiene que dejar de trabajar para cuidarlo».
200 hospitalizaciones cada año
Aunque por fortuna el cáncer no tiene en la edad infantil la incidencia registrada en los adultos, solo en el Materno cada año se diagnostican 25 casos en menores de 16 años. Una tercera parte son leucemias, a los que siguen en prevalencia los tumores del sistema nervioso central y los linfomas. Aunque la mayoría de los tratamientos procuran aplicarse de forma ambulatoria siempre que es posible, al cabo del año el cáncer infantil obliga a una media de 200 hospitalizaciones. De ahí el interés por contar un área adaptada a las necesidades de estos pequeños afectados.
De la ciberaula al Hogar de Corazones o la terapia asistida con perros
La pincelada de humanización tan reivindicada como parte esencial para curarse ha ido tomando distintas áreas del complejo hospitalario coruñés, y de forma muy especial en el edificio del Materno. Se nota no solo en la atmósfera que se ha ido creando sobre sus muros, buena parte de ellos decorados con animación infantil, sino en la puesta en marcha de muy distintas iniciativas y programas de dinamización para los pequeños ingresados, buena parte de los cuales han encontrado un aliado en la Fundación María José Jove.
La entidad que preside Felipa Jove mantiene el apoyo a múltiples actividades vinculadas con la atención a la infancia. En el entorno sanitario, al margen de la obra para la unidad de hospitalización de oncología, lleva a cabo el programa de terapia asistida con animales, mediante la cual los perros entran en el Materno para acompañar la espera e incentivar respuestas entre los niños autistas que acuden a tratamientos en Atención Temprana. Además el Hogar de Corazones, un alojamiento gratuito para los padres de los pequeños que se tratan en la Unidad de Cardiopatías Infantiles y que no residen en A Coruña, o la beca del personal especializado que se encarga de coordinar las actividades de la Ciberaula durante la tarde, son otras de los programas que financia. A ello se suman, entre otros, la beca de cardiopatías congénitas, por la que durante dos años se forma a jóvenes médicos, el programa de telemedicina de cardiología infantil para los profesionales que han de seguir en otros puntos de Galicia a los niños, o el plan de fomento de la donación.
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